diumenge, 18 de gener del 2009
¡CRIIIIISIS! ¡CRIIIIIISIS!
Lo de la crisis ya es algo que nos preocupa a todos, incluso a nosotros, becarios condenados a la precariedad laboral por los tiempos de los tiempos, nacidos en una generación donde lo de la esperanza ya nos queda un poquitín lejos que, por otro lado, veíamos esto de la crisis como algo ajeno.
Pues los medios de comunicación han podido incluso por nosotros, y ahora también nos preocupamos por el tema, e incluso abrimos los periódicos por la página de economía cuando, unos meses atrás, nos servía más bien para que no nos pisaran lo fregao.
Lo que se le viene ahora a Obama (a todos los presidentes del mundo, pero a él aún más, por aquello de ser la superpotencia mundial) no es moco de pavo. Y, para afrontarlo lo mejor posible, ha sabido rodearse de un equipo experimentadísimo en el campo, que ya era presentado en este blog unas semanas atrás.
Analicemos ahora su plan de rescate económico, que está dando muuucho de qué hablar estos días. Y es que con Obama y su nuevo equipo vamos hacia un Estados Unidos keynesiano, donde el estado interviene al desestabilizarse este mercado libre que supuestamente debería regularse a sí mismo (algo que, servidora, ni aún con las clases de Robert Tomás- que ya es decir-nunca entendió).
El caso es que la propuesta económica de Obama deberá ser consensuada con el Senado y la propia Casa Blanca, pero por el momento parece que va por buen camino, al haberse aprobado ya el segundo paquete de ayudas de 350.000 millones de dólares para ayudar a los bancos a no quebrar (que aquí es donde yo me pregunto si no sería mejor ayudar a las familias para que sigan consumiendo, pero bueno).
Pongámonos en antecedentes: Mr.Bush deja a su país un déficit de más de 700.000 millones de dólares y, con semejante situación, Obama tiene que llegar y arreglarlo todo en un plis plas, o al menos eso es lo que se espera de su genial equipo económico.
Lo que pide el nuevo presidente son unos 825.000 millones de dólares que, obviamente, harían aumentar el déficit estatal, pero que deberían servir para impulsar la economía y sacarla de la actual recesión. El 60 por ciento de este presupuesto irá destinado a inversiones públicas (bravo bravísmo por él) y el 40 por ciento, a una rebaja fiscal que podría llegar hasta los mil dólares para cada familia.
Más datos: unos 87.000 millones deberán servir para sufragar los gastos médicos a los desfavorecidos (quizá así podamos acabar con una de las mayores paradojas de este momento: la primera superpotencia mundial no dispone de cobertura médica pública, que venga alguien y me lo explique mejor, por favor), unos 32.000 servirán para mejorar las redes energéticas, unos 30.000, para construir carreteras, 10.000 millones para los medios de transporte y 43.000 millons para los subsidios de paro.
Y es ahora cuando el mundo debe confiar en Obama, y cuando sus ciudadanos tienen que lavarse el cerebro de esta concepción del mercado libre, autoregulable, que pasa las crisis cíclicamente. No vale con decir eso, y dejar que la crisis llegue a las familias, que se despidan miles de trabajadores y que esto se convierta realmente en algo gordo, aún más gordo si cabe.
Para más información, y para los que, como yo, usaban las páginas de economía para no pisar lo fregado, tremendamente recomendable:
http://leopoldoabadia.blogspot.com/
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