dissabte, 1 de novembre del 2008

Obama en 'prime time'

"I'm Barack Obama and I approve this message"

Déjenme declarar aquí lo maravillada que estoy de la increíble campaña publicitaria de esta nuestra campaña electoral norteamericana (nuestra porque es de todos, aunque estemos a miles de kilómetros), tema del presente blog.

Después de enterarnos de la millonada que invierten en publicidad cada año los candidatos por labrarse un camino seguro a la Casa Blanca, va nuestro Obama y compra media hora en horario de máxima audiencia en varias cadenas de televisión.

Y ahí ya me dejó anonadada.¿La razón de esa compra? contactar directamente con la clase media norteamericana, llegar a sus corazones y llamarles para su lucha, esa lucha que ha emprendido para "cambiar juntos el país y el mundo".

Y aquí una servidora se lo ha tragado enterito, y no me negarán que los de los States no saben hacer bien las cosas. Si ya me pusieron los pelos de punta (siempre es mejor admitir aquello de lo que nos avergonzamos) con su "Yes, we can" y poco después, con su "Please don't vote", con el que tuve que reprimir mis impulsos de intentar registrarme en la web, el publi-reportaje de Obama me ha conquistado.

¿Qué mejor forma de acercarse a la clase media que hacerlo con una mamá de familia que lucha por sacar adelante a toda su prole en los duros momentos de crisis? pero por si el testimonio de Rebeca no fuera suficiente, ahí tenemos a Obama presentándonos su programa y mezclándose con el proletariado, la mar de informal, con una música de fondo que nos pone los pelos de gallina, mientras un hombre en paro le cuenta sus desgracias y él asiente preocupado y le da soluciones.

Pero eso no es todo. Tenemos aún una situación peor. Una mujer retirada que tiene que ingerir más de 12 pastillas al día y que no tiene un seguro para cubrir todos esos gastos. Y no olvidemos el pianito de fondo.

Y así podríamos estar horas, analizando cada momento del vídeo, cada momento en el que Obama nos pone la piel de gallina contándonos las desgracias de los demás.



Porque puede generarles más o menos simpatía, puede parecerles un método que ralla lo surrealista pero oigan, nadie me negará que no es más atractivo ésto que ver a Rajoy y a Zapatero debatiendo con gráficos en fosforito elaborador con el Paint.

Y que siga la fiesta.