dimarts, 7 d’octubre del 2008

La guerra por el poder

Por si alguien no se había enterado, o por si no lo había dejado del todo claro, el presente blog tiene como objetivo fijarse especialmente en la espectacular campaña publicitaria de las elecciones norte-americanas aunque, como yo más bien soy un poco anárquica, si algo me llama la atención aquí quedará plasmado, que para algo es mi blog y no el de otro.

El caso es que ya hemos visto el espectacular poder de dicha campaña publicitaria (una servidora ya se hizo eco aquí hace unos días de dos casos en concreto), pero ésto, señores, se ha convertido ya en toda una guerra.

La cosa empezó más o menos así: a la señorita Palin se le ocurrió, cuando apareció para hacer temblar aún más al sector republicano, definirse a sí misma como un "pit bull con pintalabios". Obama, en un acto de generoso ingenio (jo-jo) se refirió al cambio en la campaña de McCain diciendo "uno puede ponerle pintalabios a un cerdo y seguirá siendo un cerdo". ¡PAM!

La cosa después generó tanto revuelo (of course, ¿qué esperaban?) que el candidato demócrata tuvo que defenderse alegando que esa expresión (que en castellano sería algo así como "aunque la mona se vista de seda, mona se queda") había sido utilizada millones de veces por McCain por ejemplo, cuando se refirió al plan para modificar la sanidad pública de Hillary Clinton el año pasado.

El caso es que ahora la cosa va a más. Los republicanos, cagaditos por su bajada en los sondeos, van y atacan a Obama de relacionarse con un ex-terrorista (incluso por ahí se decia que era familiar del mismísimo Bin-Laden), que al final resulta ser una "anecdótica relación" con William Ayers, un antiguo extremista que, por cierto, ahora es un profesor respetadísimo de la Universidad de Chicago. Aquí se aprovecha todo, oiga.

Pero la cosa no acaba ahí, y es que Obama y los suyos tenían un As bajo la manga, y van y sacan a la luz un escándalo económico en el que McCain se vio envuelto nada más y nada menos que hace 20 años.

Aquí nos quejamos por la lucha partidista y demás pero oiga, ésto es mucho más divertido. Alomejor en unos días vemos fotografías de Obama en una fiesta universitaria(¡horror!) o peor, a McCain fumándose un porrito. Tiempo al tiempo.